Hoy me plantearon esta pregunta de tipo sentimental, que comparto contigo porque quizás también te la haces. Dice así:
« Soy una mujer emancipada, luminosa, alegre, profunda y a la vez extrovertida, me va muy bien en el trabajo. Me siento libre, ¿por qué no consigo encontrar el hombre adecuado?
A veces quisiera darle rienda suelta a mis deseos más auténticos, que siento aquí adentro, pero los refreno y luego lo lamento. Desde que me separé del padre de mi hijo hace 12 años, ¡no he tenido ninguna relación de pareja!, cuando todavía era joven. Era el mejor momento de mi vida y no lo aproveché. ¿Qué puedo hacer ahora? me siento bloqueada ».
Yo contesté: « Hay una diferencia entre ser libre y estar liberada »...
Si también te interesa aclarar esta incógnita comparto contigo unas pautas que te ayudarán a liberarte de lo que te bloquea para tener la pareja que deseas. Se trata de definir lo que quieres realmente en tu vida sentimental y a hacerte tus puntos de referencia para construir de manera consciente una realidad acorde con ellos. Ya verás que es muy sencillo, rápido y gratificante si estás dispuesta a poner un poco de orden en tu interior. ¿Estás de acuerdo? ¡Sigue leyendo!
Un principio organizador de la vida que te será muy útil en tu día a día para comprender la realidad que te rodea es el siguiente: atraemos en el mundo exterior el reflejo de nuestras partes interiores de sombra al igual que de luz.
Para entender esto más detalladamente os recomiendo los vídeos o libros de Abraham-Hicks sobre la ley de atracción (empieza en el mn 2:08). Entenderás cómo atraemos a nosotros exclusivamente la realidad que corresponde a nuestra vibración, ya sea ésta consciente o inconsciente, positiva o negativa. Por vibración se entiende todo tipo de creencias, pensamientos, emociones y sentimientos que nos habitan. En resumidas cuentas, nuestra realidad exterior es el reflejo de nuestra vida y realidad interior.
Ahora ¿de dónde viene esa ambigüedad que nos molesta tanto, entre lo que realmente queremos y lo que manifestamos en nuestra realidad?
La respuesta es que nuestro comportamiento y pensamientos no están alineados con lo que se corresponde con nuestra veradera naturaleza.
Paso 1 ¿Cuál es el ideal de persona que quiero para compartir mi vida?
Así que para que la realidad exterior se amolde a nuestros deseos, lo primero es tener las ideas claras sobre lo que tú deseas profundamente y verbalizarlo de manera precisa. Coge tu carnet de notas preferido, o unos folios, con mucho amor. Enciende una vela si quieres para poner ambiente relajado. Respira conscientemente unas cuantas veces.
Es importante que escribas tus respuestas para manifestar lo que deseas porque escribir es un acto de invocación muy potente.
Haz el « retrato robot » de tu pareja ideal. Descríbel@ interior y exteriormente. Cada palabra que pones tienes que escucharla con tu corazón y en tu cuerpo cómo vibra y cómo te hace sentir. Si no resuena con algo positivo y fuerte, por ejemplo sensación de alegría, seguridad, calma, paz, juego, sonrisa, alegría…, entonces busca otras palabras o matiza. Eso te ayudará a validarlas con tu corazón y no a elegirlas sólo con tu mente. Escribe las palabras que resuenan positivamente.
Ya verás que muy probablemente se parecerá a ti en sus cualidades interiores y valores principales, aunque quizás menos en lo físico... ;)
Otra consideración importante: si hay una cualidad que te gustaría encontrar en el otro pero que tú quisieras tener más porque crees que te falta, entonces comprueba que no la estás escribiendo por eso. A lo mejor es que tienes el potencial de ser así y necesitas desarrollarlo. Deja esa cualidad de lado por ahora y busca cómo potenciarla en ti primero.
Paso 2 ¡Más y mejor! Una vez que has hecho este « retrato robot » de tu futur@ amad@, enriquécelo con más cualidades basadas en lo que ya has experimentado en tu vida. Piensa en las parejas que has tenido hasta ahora o las personas que has conocido y te han atraído: ¿qué características te han gustado más que eran únicas en cada uno? Añádelas a tu descripción.
¡Enhorabuena! Esto es un gran paso en tu proceso de liberación sentimental. Has construido tu filtro emocional para elegir tus relaciones íntimas según tus propios criterios alineados con tu ser.
¿Lista para completar el proceso y activar la ley de atracción?
Sigue la segunda parte des este artículo del blog